1.Que el objetivo de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca sea, según el escrito elaborado en Valparaíso en 1998, incidir en la definición de la nueva espacialidad que, a partir del impacto no resuelto de la modernidad, tanto la región como el país requieren, se ha convertido, a la vuelta de los años, en una sentencia para cada uno de los que aquí desempeñamos nuestro quehacer, sea como alumno o profesor. La sentencia nos ha sido impuesta por el medio o, mejor, por la conciencia de la mirada de cada uno de nosotros sobre ese medio y no por aquél escrito, es más, divierte comentar que estamos en lo que estamos porque no nos queda otra.
2.Aquello de incidir nos impone, necesariamente, el publicar, el hacer públicos los productos que dan cuenta de lo que pensamos, individual y colectivamente, respecto de aquella nueva espacialidad.
3.Así la oportunidad de la titulación, en tanto pone en cuestión la coherencia entre aquél objetivo inicial y la formación recibida, se constituye en la oportunidad de publicar.Para ello se identifican, al menos, las tres maneras siguientes:
3.1.Construir una obra que por emplazarse en lo público se hace pública.
3.2.Proyectar a partir de temas de interés público, interés que ha de traducirse, por parte de la entidad respectiva, en prácticas como el auspicio, el respaldo y la priorización de la postulación de ese proyecto a la posterior obtención de fondos públicos.
3.3.La construcción de imaginarios colectivos a partir de intervenciones que por su magnitud, bien podrían llamarse instalaciones, exposiciones o celebraciones.
4.Lo común a las tres maneras enunciadas ha de ser la investigación en cuanto punto de partida de un quehacer que ha de diferenciarse del mero encargo para constituirse en una propuesta original y pertinente, condición básica de la titulación. A su vez el punto de partida de aquella investigación está en el primer número de la Revista de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca.
5.El trabajo, necesariamente constante e intenso, aparece como la clave de solución de los problemas inherentes al proyectar en lo público con la manera del Oficiar-Operar-Innovar.
6.La definición del quiero, puedo y debo –que ha de darse en ese orden- queda como sigue:
6.1 El Quiero como la energía necesaria para superar el desgaste de enfrentar y superar, durante ocho meses, dificultades de todo tipo.
6.2.El Puedo como la madurez necesaria para bien-identificar las fortalezas y debilidades propias a la hora de proponer.6.3.El Debo como la buena calidad imprescindible del producto de una titulación, cualquiera sea la modalidad.
2.Aquello de incidir nos impone, necesariamente, el publicar, el hacer públicos los productos que dan cuenta de lo que pensamos, individual y colectivamente, respecto de aquella nueva espacialidad.
3.Así la oportunidad de la titulación, en tanto pone en cuestión la coherencia entre aquél objetivo inicial y la formación recibida, se constituye en la oportunidad de publicar.Para ello se identifican, al menos, las tres maneras siguientes:
3.1.Construir una obra que por emplazarse en lo público se hace pública.
3.2.Proyectar a partir de temas de interés público, interés que ha de traducirse, por parte de la entidad respectiva, en prácticas como el auspicio, el respaldo y la priorización de la postulación de ese proyecto a la posterior obtención de fondos públicos.
3.3.La construcción de imaginarios colectivos a partir de intervenciones que por su magnitud, bien podrían llamarse instalaciones, exposiciones o celebraciones.
4.Lo común a las tres maneras enunciadas ha de ser la investigación en cuanto punto de partida de un quehacer que ha de diferenciarse del mero encargo para constituirse en una propuesta original y pertinente, condición básica de la titulación. A su vez el punto de partida de aquella investigación está en el primer número de la Revista de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca.
5.El trabajo, necesariamente constante e intenso, aparece como la clave de solución de los problemas inherentes al proyectar en lo público con la manera del Oficiar-Operar-Innovar.
6.La definición del quiero, puedo y debo –que ha de darse en ese orden- queda como sigue:
6.1 El Quiero como la energía necesaria para superar el desgaste de enfrentar y superar, durante ocho meses, dificultades de todo tipo.
6.2.El Puedo como la madurez necesaria para bien-identificar las fortalezas y debilidades propias a la hora de proponer.6.3.El Debo como la buena calidad imprescindible del producto de una titulación, cualquiera sea la modalidad.
7.Ocho meses, como se menciona antes, porque el Taller de Titulación así planteado termina en diciembre de cada año, con el respectivo e individual Examen de Titulación.
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